El pasado 23 de abril,
conmemoramos en el coliseo de nuestra institución, la gran Fiesta Pascual de la
Resurrección de Jesús. Con la entrada solemne del Cirio Pascual y la Liturgia
de la Palabra, reflexionamos sobre lo que significa para el creyente abrirse a
la luz de Jesús y experimentar en su interior la paz y el regocijo de quien se
sabe unido a Dios. Todos estamos invitados a dejarnos iluminar por Él, por su
palabra y por su testimonio de vida; porque sólo su luz, puede hacer que nos
sintamos liberados de nuestras angustias y oscuridades. Un momento muy especial
estuvo marcado por la entrega a cada uno de los representantes de los cursos del
cirio que presidirá la oraciones del curso o dependencia y en la cual se
expresa, la vocación hacia el servicio a la que estamos llamados y la cual debe
estar en manos de Dios, para seguir siendo instrumentos de fraternidad al
interior de los grupos. Agradecemos a los integrantes del Área de
Pastoral-Educación Física –Artística y al equipo de Pastoral Familiar, por la
preparación y realización de esta celebración eucarística.